La importancia de la música en edades tempranas.

 La importancia de la enseñanza de la música en edades tempranas.

Nuestra opinión grupal tras una puesta en común en clase sobre diferentes cuestiones relacionadas con este tema:


Según hemos podido conocer a través de una entrevista a Lorena Vergara (clarinetista, profesora universitaria y directora de orquesta), la escucha temprana de música que estimule la capacidad auditiva es recomendable incluso cuando el niño aún está en el útero materno.

Varias investigaciones demuestran que a partir de las 16 semanas de gestación los bebés pueden empezar a escuchar sonidos desde el vientre materno, y a medida que pasan las semanas de embarazo se desarrolla el sentido del oído, por lo tanto, la sensibilidad del bebé al sonido va mejorando. De hecho, según un estudio realizado por el Institut Marqués de Barcelona, muchos de los fetos realizan movimientos con la boca cuando reciben el sonido de una voz humana e incluso son capaces de mover la lengua con algún tipo de melodía.
Por eso, como grupo pensamos que el aprendizaje de la música comienza desde que estamos dentro del vientre de nuestra madre y consideramos importante incentivar a las familias a que lleven a la práctica este método e intenten dedicar diez o quince minutos del día a reproducir canciones con el fin de agudizar el oído de su hijo o hija.

Por otra parte, cuando ya son algo más mayores, podemos introducir a nuestros niños y niñas en clases de educación musical, bien sean clases instrumentales o de canto. La educación musical desde preescolar juega un papel muy importante en el desarrollo del menor y contiene varios factores positivos a tener en cuenta.
Uno de ellos es que prepara al estudiante para aprender, puesto que mejora algunas capacidades motoras, desarrolla la memoria y la retención de información (lo que también favorece al rendimiento académico), mejora el desempeño matemático, promueve la lectura, agudiza la atención y fomenta la creatividad, además de algunas otras cuestiones, como por ejemplo el aumento de la autoestima personal (Capistrán, 2016).

Para acabar, es posible que si nuestro niño o niña tiene un hermano mayor o familiar que practique alguna disciplina musical tenga más posibilidades de familiarizarse con ella. En los primeros años no es el niño el que necesariamente sabe lo que le gusta ni los talentos que puede desarrollar, así que otra alternativa es inscribir en clases e ir descartando.

En definitiva, podemos afirmar que el conocimiento musical tiene una gran cantidad de beneficios para nuestros futuros alumnos y alumnas, existen varias formas de ir introduciéndoles en este mundo y cuanto antes se lleve a cabo este proceso más positivo será de cara a su futuro no solo académico, sino también social.
 

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