AUDICIÓN MUSICAL EN EDUCACIÓN INFANTIL

 


El desarrollo de la educación musical, en concreto, de la educación auditiva, se basa en dos elementos fundamentales que son la percepción y la expresión. A través de la educación auditiva, los niños y niñas puede percibir, vivir y discriminar las cualidades del sonido y el ritmo. Esta unión entre percepción y expresión da lugar a una "audición activa"que, para Bernal y Calvo (2000) son la base de la educación musical. Muchos pedagogos han centrado sus modelos educativos en la importancia de trabajar esta actitud de escucha, para así lograr el desarrollo musical.

La audición musical ha de ser activa, afectiva, comprensiva y gratificante, siendo los elementos de la misma cercanos para los niños, además de poder ser escuchados y discriminados. Esta audición debe estar basada en la exploración, la observación sensorial y el descubrimiento. Del mismo modo, ha de permitir a los pequeños discriminar los elementos sonoros del medio, e incluso las propias cualidades del sonido; intensidad, duración, timbre y altura.

En educación infantil, estas audiciones deben estar centradas en el entorno más cercano del niño, para que puedan escuchar y discriminar los sonidos naturales, los ruidos de la calle, los sonidos del colegio o de su casa, las voces y el silencio de su entorno (Bernal y Calvo, 2000; Cremades et al., 2017; Montoro, 2004). Asimismo, las audiciones activas han de llevarse a cabo a través de canciones cortas, acorde a la edad de los alumnos y a sus intereses, para que susciten su atención y motivación. En definitiva, la audición activa trata de favorecer, de un modo lúdico y cercano a los niños, los procesos perceptivos y comunicativos de los mismos.

A modo de resumen, os presentamos algunos de los aspectos fundamentales a tener en cuenta a la hora de escoger y diseñar una propuesta para trabajar la audición musical en el aula de educación infantil:

- La duración de la audición debe adecuarse a la edad y características del alumnado. 

- Hay que trabajar con un fragmento que sea sencillo de escuchar, memorizar y retener, con una estructura reconocible y clara, Además, el fragmento seleccionado tiene que ser entero 

- Debe permitir otro tipo de actividades complementarias, ya sea cantar, pintar, acompañar rítmicamente, etc. 

- El tema debe partir de los intereses y capacidades de los alumnos. 

- Toda audición debe fomentar la atención y la escucha. Cabe destacar que, un recurso muy bueno para ello es el musicograma de Wuytack, siempre adaptado a la etapa de infantil. 

A continuación y, para finalizar esta entrada, os dejamos el enlace a un ejemplo de musicograma infantil. 


Referencias bibliográficas:

Bernal, J. y Calvo, M. L. (2000). Didáctica de la música. La expresión musical en la educación infantil. Málaga: Aljibe.

Rodero Mínguez, M. (2012).Bases de la educación musical en Educación Infantil: una propuesta didáctica desde la educación auditiva.

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